Crisis en las Tierras Infinitas (1985) fue una serie limitada de 12 comic-books, publicada por la editorial DC Comics, con guión de Marv Wolfman y dibujado por George Pérez, Dick Giordano y Jerry Ordway.
Fue el primer gran crossover del género de superhéroes, al incluir prácticamente todos los personajes que la editorial tenía hasta entonces, y uno tan importante que aun tiene consecuencias en la continuidad de este universo, llegando a distinguirse las versiones “pre-Crisis” y “post-Crisis” de los personajes.
Pero… ¿cuál fue la necesidad o finalidad de esta saga?
Pues era la de unificar todas estas “Tierras infinitas”, agrupando a todos los personajes en un mismo universo (que luego se denominaría “Universo DC” o DCU). Para ello, se producía una catástrofe cósmica que amenazaba con destruir todos los universos, obligando a intervenir prácticamente a la totalidad de los personajes de la editorial.
Y esto debido a varios factores: por una parte, el relanzamiento de algunos personajes olvidados de la Edad de Oro de los comics (antes de 1954) creando nuevas versiones de éstos, la adquisición de nuevos personajes desde otras editoriales, explicar errores de continuidad, etc.
Como ejemplo, Hal Jordan, el Green Lantern de la Edad de Plata, toma el nombre del héroe de la Edad de Oro Alan Scott, y Barry Allen, hace los mismo con el título de Flash, ostentado anteriormente por Jay Garrick. Aún así hubieron personajes que mantuvieron su publicación ininterrumpidamente durante todo ese tiempo, y pudieron verse involucrados en aventuras con ambas versiones de los personajes.
Esto último generó ciertas dificultades “cronológicas” a algunos, como Batman y Superman, entre otros, pues sus historias no seguían una clara continuidad debido a su interacción con personajes de ambas eras, pero eso se “solucionó” en The Flash nº123 (1961), en donde Barry Allen conoce a su héroe de historieta, quien lo inspiró a convertirse en el velocista escarlata, Jay Garrick.
Este hecho marcó un precedente, pues estableció que los héroes de la Edad de Oro en realidad viven en una tierra paralela, la que recibió el nombre de Tierra-2, y que sus aventuras transcurren allí en paralelo a lo que sucede en Tierra-1, el hogar de los héroes de la Edad de Plata. De esta forma los personajes que no tuvieron interrupciones en su publicación desde ese entonces, se dividieron en dos; así hay un Superman en Tierra-1 (Edad de Plata), y también un Superman en Tierra-2 (Edad de Oro), y si alguna historia no concuerda de alguna forma, se le atribuye al Superman paralelo y listo.
La idea de tantas tierras dio origen a otro arco argumental, la creación de tierras con fines narrativos, como Tierra-III, donde los héroes clásicos son supervillanos, o “Tierra-prima”, que referiría al mundo real mediante metaficción.
Y también otras tierras fueron creadas para sumar a personajes adquiridos de otras editoriales, como la “Tierra-S” con el Capitán Marvel y sus personajes relacionados (provenientes de la editorial Fawcett), la “Tierra-X” con los Freedom Fighters (provenientes de la editorial Quality), etc.
Todo esto hizo que el número de tierras paralelas y personajes duplicados entre ellas se multiplicase, dando origen al Multiverso. Esto hacía más difícil para los nuevos lectores saber qué cosas le habían ocurrido a cada personaje. Y se creaban más confusiones y errores de continuidad, pues el paso de héroes de un universo a otro se volvió algo común, y muy confuso, pues si Superman es amigo de Aquaman, gobernante de Atlantis, y al mismo tiempo conoce a Lori Lemaris, una sirena de Atlantis, pero en realidad estas “Atlantis” no tienen relación entre sí, cualquiera se enreda…
Eventualmente, el guionista Marv Wolfman y Len Wein le propusieron a Dick Giordano, vice-presidente de Dc Comics, realizar una producción titulada “The History of DC Universe” (“La historia del Universo DC”), que relatara en una forma concisa y ordenada todos los acontecimientos de la historia del universo ficticio de la editorial. Esto, por supuesto, se enfrentaba al problema de los múltiples universos paralelos. Este proyecto luego se transformó en uno orientado a reestructurar por completo al Universo DC, en el cual comenzaron a sumarse todos los demás creativos de la editorial. Su nombre cambió a “DC Universe: Crisis on infinite earths”, y luego al que finalmente se utilizó.
La historia en sí trata de la destrucción de los universos, que son llevadas a cabo por un ser que se fortalece a medida que su antimateria consume todo a su paso, mientras su oponente, el Monitor, reúne un grupo de héroes y villanos de diferentes universos, para formar un ejército que detenga su maléfico plan.
Es necesario destacar la importante participación e interacción de héroes como Superman de Tierra-1, Kal-El y su contraparte de Tierra-2, Kal-L, de una marcada edad mayor, y claramente el Hombre de Acero de la Action Comics Nº1, con la juvenil versión de ambos de Tierra-prima, Superboy-prime. Y el joven Alexander Luthor, hijo de Lex Luthor de Tierra-III, el mayor héroe de su mundo.
Esta macro saga es un viaje de conocimiento de todo el universo DC, desde la prehistórica Atlantis de Arión, hasta la lejana Legión de superhéroes en el siglo XXX, desde el far west de Jonah Hex, a los escenarios de guerra de la Compañía Easy… todo por evitar que todas las realidades desaparezcan.
Tal vez lo que más quede de esta saga, es la muerte de personajes importantes dentro del DCU, y la reinvención de los orígenes de otros. Aunque esto no significó que los errores de continuidad acabaran…
Al cabo de algún tiempo, se publicó otra historia, Hora Cero, que volvía a alterar la continuidad de los personajes, aunque sus consecuencias no fueron tan drásticas.
Años después, DC decidió recuperar los universos paralelos, para lo que Mark Waid ideó el llamado Hipertiempo (conjunto de todos los Multiversos posibles) en el que están incluidos tanto el Universo DC actual como el Multiverso DC anterior a las Crisis. Según declaraciones de los en ese momento responsables de la editorial, la pérdida de los universos paralelos era excesiva, y consideraban innecesarias las Crisis.
Pero esto, claro está, no es el fin...
Saludos.